El efecto abrumador causado por la cantidad de controles, registros y auditorias que requieren las autoridades ocasiona que las empresas busquen soluciones que les apoyen en la difícil tarea de lograr el cumplimiento de los objetivos impuestos.
El sector alimentario, hoy en día, tiene abiertos muchos frentes en forma de retos y todos ellos de una enorme magnitud. Ya no hablamos sólo de continuar mejorando la seguridad alimentaria, ahora se trata de trabajar para desarrollar otras áreas. La garantía de autenticidad y calidad de los productos que se suministran. La relación dieta-salud, es decir, la influencia que tiene la dieta en las enfermedades crónicas. Incluso la sostenibilidad del sector, puesto que van a tener que ser capaces las empresas de producir más alimentos con menos recursos, más saludables, contaminando menos el medio ambiente y para más inri, consumiendo todavía menos agua. Se dice fácil.
Esta claro que cualquier producción alimentaria siempre dependerá de que posteriormente sea aprobada y cumpla con los estándares mínimos de calidad estipulados por ley para su comercialización y consumo. Además de los requerimientos mínimos, el año pasado se aprobó el “Plan de Colaboración para la Mejora de Alimentos y Bebidas 2017-2020” y este año las empresas que se sumaron ya lo han comenzado a notar. Más de 500 empresas se comprometieron de manera voluntaria a reducir en torno al 10% su contenido en azúcar, sal y grasas de más de 3.500 productos. Se pretende así luchar contra enfermedades crónicas y la obesidad. Este plan afecta directamente a un gran abanico de productos entre los que se encuentran derivados cárnicos, bollería y pastelería, lácteos, helados, bebidas, cereales y salsas.
Es obligatorio para los directores de las empresas de la industria alimentaria establecer, monitorizar y registrar un sinfín de sistemas de gestión: sistemas de gestión ambiental, sistemas de gestión de puntos críticos (APPCC), sistemas de gestión de calidad, etc… A la vez, cada sistema se compone de una serie de controles y procedimientos que monitorizan la actividad de la empresa en ese ámbito. Si examinamos, por ejemplo, el sistema de gestión ambiental, éste tiene que incluir procedimientos que identifiquen, monitoricen y controlen: la emisión de gases, residuos, aguas residuales, ruidos, olores, el impacto visual, protección de suelos y aguas subterráneas, consumo de recursos, etc… En definitiva, un interminable número de tediosas inspecciones que suponen otra tarea más a desempeñar.
Audite su Sistema de Gestión Ambiental para el cumplimiento de la norma ISO 14001:2015 descargando el checklist que encontrará pinchando en el siguiente recuadro:
Ya es extremadamente complicada la tarea de complacer al consumidor, pero no nos podemos olvidar tampoco de cumplir con las normativas impuestas por las autoridades que son las que se encargan de conducir esta actividad reguladora, que tiene como objetivo proteger al consumidor y a la siguiente generación… Entonces, ¿Cómo hacemos esto? La teoría es que utilicemos procesos que sirvan de filtro entre los alimentos que son aptos para el consumo humano y los que no lo son, también es importante controlar al detalle los procesos de producción, empaquetado, almacenamiento y distribución. En la práctica esto puede resultar muy costoso o laborioso y requiere de un equipo con múltiples habilidades… No es un reto sencillo para las empresas aumentar la productividad y la efectividad al mismo tiempo que se las requiere que se conviertan en expertas auditoras de procesos y producto.
¿O puede que sí?
Existen dos formulas para el éxito. Podemos o bien externalizar estas auditorias y controles o hacerlas por nuestra cuenta. La primera es muy costosa y la segunda muy laboriosa. Lo que queda claro es que no es rentable externalizar un trabajo que vamos a tener que realizar siempre, porque estos retos están para quedarse y los que faltan por llegar… Todos los expertos están de acuerdo en que la única manera de lograr estos retos es mejorando los recursos tecnológicos que ponemos a disposición de las empresas de la industria alimentaria. La tecnología desde la revolución industrial se había utilizado en este sector para mejorar la velocidad de la producción y tiene que seguir haciéndolo. Ahora que existen nuevos horizontes hay que enfocar ese énfasis tecnológico en más direcciones. Tecnología que facilite las tareas de los empleados, que ayude a recoger los datos más relevantes de sus tareas de una manera dinámica. Tecnología que ayude a trazar la autenticidad, denominación y calidad de los productos. Tecnología que almacene y comparta de forma segura, rápida y eficaz la información. Tecnología que aporte a los empresarios una forma de analizar los procesos y mejorarlos de manera continua hasta alcanzar un grado óptimo. En Iristrace siempre estaremos dispuestos a mostrar como implantar esta tecnología en tu empresa.
