¿Cómo controlas los servicios de desayunos en tu hotel? - Iristrace - Software de Auditorías, Inspecciones y Checklists

Reconozcámoslo, para la mayoría de nosotros la rutina de prepararnos el desayuno en casa consiste en hacernos un café, zumo, té… y acompañarlo de unas tostadas. Pero este hábito cambia completamente cuando nos alojamos en un hotel y tenemos desayuno buffet incluido. En la mayoría de desayunos hoy en día, podemos encontrar una amplio surtido de productos, seguro que más de una vez os habrá pasado que no sabéis ni qué escoger. Si el desayuno buffet del hotel es capaz de cumplir nuestras expectativas, propiciará que comencemos el día de la mejora manera posible, pero… ¿Y si no es así? ¿Cómo responden los clientes a un servicio que no era como esperaban?

Desde el punto de vista hotelero, hay muchísimos factores que se deben tener en cuenta para ofrecer a los clientes un desayuno de 10. Para nada debemos pensar que tener un servicio de desayuno buffet en condiciones, consiste únicamente en preparar el salón e ir sacando comida según se vaya acabando.

Sigue leyendo y te daré 5 consejos muy fáciles de recordar, para tener un mayor control sobre este servicio y conseguir mejorarlo día a día.

Consejo Número 1: La Sala

Si seguimos el recorrido que hace un cliente cuando va a desayunar en un hotel, lo primero que le va a causar buena o mala impresión será el espacio donde demos nuestro desayuno. Hacer un control general del estado del salón previo a la apertura del servicio, nos puede ahorrar más de una queja. A todos nos gusta entrar en espacios que inviten a la relajación. Pensad que para la mayoría de los clientes el momento del desayuno les sirve para preparar esa reunión a primera hora, organizar las visitas turísticas que van a hacer, o simplemente como momento de relajación antes de comenzar con el ajetreo del día. Una sala con una temperatura correcta (imaginad un desayuno sin aire acondicionado en pleno agosto), con un hilo musical suave, olor a limpio y fresco (sin abusar de ambientadores empalagosos), serán un plus para invitar a ese momento especial que es el desayuno.

Consejo Número 2: Atención al cliente

Todos los que hemos trabajado en hoteles y hemos revisado servicios de desayunos, sabemos que en determinadas horas de la mañana, el ritmo de la sala de desayunos es frenético. Más de una vez me ha pasado que hay tal acumulación de clientes al mismo tiempo, que los camareros no dan a basto, van corriendo de un lado a otro para intentar tenerlo todo controlado, y no lo consiguen. Esto lo sabe el personal del hotel, pero a la vista del cliente, la impresión que damos es de mala atención personal y de poca previsión de servicios. Como cliente, cuando voy a desayunar, me gusta que algún empleado me dirija una mirada amable y una sonrisa a modo de recibimiento, aunque no puedan pararse a saludarme o acomodarme en una mesa. El hecho de que no haya personal suficiente para cubrir el servicio no debe repercutir en el cliente. Siempre puede sacarse un segundo para sonreír a un cliente y si además de esto, el camarero es capaz de sacar otro minuto para acercarse a mi mesa y asegurarse de que está todo correcto, mejor que mejor.

Consejo Número 3: La Limpieza

Mesas sin montar, vajilla y cubertería sucia, amontonada en lugares varios, suelos con manchas, zona de cafetera con restos de café, leche… Esto es algo que he visto repetirse en muchos establecimientos y de verdad que da una sensación horrible. Es muy desagradable llegar al salón de desayunos y que no hay ninguna mesa disponible para poder sentarte. Si a esto le sumas, que nadie del equipo esté pendiente de tí y se ofrezca a prepararte una mesa, ya puede tener los mejores productos del mundo en el buffet y toda la variedad posible, que es seguro que la experiencia de ese cliente será muy negativa.

Consejo Número 4: ¿Cantidad o calidad?

En este punto cada uno tendrá opiniones dispares. En mi caso, siempre, siempre, siempre, ante pondría  la calidad por encima de la cantidad. De nada te sirve tener un desayuno buffet con 500 referencias diferentes si la calidad del producto es baja, en ocasiones incluso pésima. Productos como el café y el zumo de naranja, son clave para que un cliente pueda decidir si está delante de un buen desayuno. Si en casa no tomamos café aguado de máquina, ¿por qué íbamos a tomarlo en un lugar donde estamos pagando por ello? ¿Y los zumos en polvos? Este sería otro punto a parte y creo que daría para un post entero, pero es algo que nunca me entrará en la cabeza. Y sí, soy consciente de que todos queremos mantener nuestros costes a raya y que tenemos que intentar ahorrar de cualquier sitio, pero hay ciertos aspectos que son innegociables. Haz compras mensuales y responsables, adecuadas a tu previsión de servicios, ten productos diferentes de cada familia y altérnalos por días en el buffet. Si no puedes permitirte tener 5 variedades de zumo de calidad diarias, pon 3 y ve alternándolos, pero asegúrate que lo que tengas disponible cada día cumple las expectativas de tus clientes.

Consejo Número 5: Reposición de productos

Se dice que las personas comemos por los ojos, ¿no es cierto?. Por tanto, algo muy importante a tener en cuenta en nuestro buffet es que las bandejas y expositores siempre dispongan de una mínima cantidad de producto. En primer lugar, para que la presentación sea armónica y no se vean recipientes vacíos, y en segundo lugar, para que todos los clientes que pasen por el desayuno tengan disponibles todos los productos. ¿A quién no le ha pasado, llegar al desayuno media hora antes del cierre y encontrar las bandejas vacías?. Si nuestro servicio es hasta las 10:30h., por ejemplo, debemos asegurarnos que el último cliente que pase por el desayuno disponga de los mismos productos que ha tenido el primer cliente. Y sí, ya sé que esto en ocasiones es un problema, porque puede suponer muchas más mermas y aumento de gastos en materias primas, pero hay maneras de gestionarlo, si nuestros empleados son capaces de controlar durante el servicio cuántos clientes han venido ya y cuántos quedan por llegar. Teniendo una previsión al momento de los servicios que vamos a tener, podemos hacer un mejor control de los productos que tenemos que elaborar.

Podría seguir hablando sobre este tema muchísimo más, pero no quiero castigarlos con textos interminables. No obstante, si queréis hacerme alguna consulta específica sobre algún punto que no haya tocado, no dudéis en contactarme que estaré encantada de poder atenderos.

Para terminar, y para que no se olviden estos consejos que os he dado, os dejo en el enlace de abajo totalmente gratis, una infografía con un resumen de todo lo descrito, para que podáis tenerlo presente cada día

¿Y vosotros cómo controláis los desayunos buffet de vuestro hotel? En mi caso al final, lo que me ha ido siempre mejor, es usar el sentido común e intentar tener el servicio de desayuno como me gustaría encontrarlo si yo fuera el cliente.

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