Procedemos en este Blog a inaugurar una serie de comunicaciones relacionadas con la seguridad alimentaria, bienestar animal, mejora continua, sostenibilidad, que son muchos de los temas que debe gestionar en el día a día los responsables/Directores de calidad de las empresas alimentarias.
Lo iniciamos con un análisis de las alertas alimentarias que han ocurrido en España en el 2022, publicadas por la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), en la subsección de “Alertas Alimentarias de Interés General”, que son objeto de información pública, por su repercusión sanitaria o por su posible distribución al consumidor final. No se incluyen las alertas alimentarias de alérgenos ni las de complementos alimenticios, que por sus características particulares disponen de una subsección específica en la web de la AESAN y comentaremos en otro blog próximamente.
ORIGEN DE LAS ALERTAS
Aunque en ocasiones llegan alertas notificadas por otros estados miembros de la Unión Europea a través del RASFF (Sistema rápido de alerta europeo de alimentos y piensos), o se declaran alertas de productos en España con origen en Europa o terceros países, como podemos ver en la gráfica adjunta, la mayoría proceden de España (61%).
Si nos adentramos por Comunidades Autónomas, la que aparece en primer lugar es la andaluza (18%), seguidas de Madrid, Navarra y la Comunidad Valenciana (con un 7% cada una). Esto se puede deber a la mayor presión inspectora y analítica en los últimos años como consecuencia del caso “Magrudis” (listeriosis) ocurrido en verano de 2019.
Si nos adentramos por Comunidades Autónomas, la que aparece en primer lugar es la andaluza (18%), seguidas de Madrid, Navarra y la Comunidad Valenciana (con un 7% cada una). Esto se puede deber a la mayor presión inspectora y analítica en los últimos años como consecuencia del caso “Magrudis” (listeriosis) ocurrido en verano de 2019.
ÉPOCA DE LAS ALERTAS
Analizando la época de las alertas, no se ve una relación estacional, como podía pensarse en el caso de infecciones o toxinfecciones alimentarias. El mes más activo ha sido Octubre con 7 alertas declaradas, seguido de Agosto con 5, y ya en tercer lugar Julio, Septiembre y Noviembre con 3 alertas en cada uno de estos meses.
PRODUCTOS AFECTADOS
Destacan entre los productos con más alertas declaradas la carne y productos cárnicos (28%), seguidos de los quesos (14%), helados (14%) y productos de la pesca o con contenido en pescado (10%).
Como podemos ver en la web de la AESAN y en el siguiente apartado de este blog las alertas se han originado en:
- Productos cárnicos por la presencia de Listeria monocytogenes o Salmonella (centrados en productos cocidos con manipulación tras tratamiento térmico como la “cabeza de cerdo”, en el caso de Listeria monocytogenes) o preparados de carne como Burger meat, chistorra en el caso de la Salmonella).
- Quesos ha sido variado (presencia de Listeria monocytogenes, cuerpos metálicos, toxina estafilocócica, establecimiento no autorizado).
- Helados por cuerpos extraños y compuestos químicos (2-cloroetanol, oxido de etileno).
- Pescado y Productos a base de la pesca por presencia de histamina.
Motivos de Alerta
Como hemos mencionado anteriormente, los patógenos con un 50% de las alertas de interés general, han copado la primera posición en cuanto a motivos de las alertas declaradas en España, con los patógenos como Salmonella y Listeria monocytogenes como los más relevantes.
Recordar que la salmolenosis produce aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, etc.. Dichos síntomas duran de 6-72 horas tras la ingestión de los alimentos contaminados y la enfermedad dura de 2 a 7 días. No suele producirse mortalidad salvo en niños o ancianos inmunodeprimidos en los que pueda producirse un fatal desenlace por la deshidratación severa y/o complicación con otras enfermedades.
En cuanto a la listerioris aunque en personas sanas puede cursar de manera asintomática, o con síntomas gastrointestinales leves, fiebre y dolores musculares, en el caso de grupos de riesgo presenta una mortalidad muy alta (cercana al 30%). En este grupo de riesgo tenemos: niños, ancianos, personas inmunodeprimidas, embarazadas. A parte de la mortalidad alta, en estos grupos los síntomas pueden ser más graves como meningitis, septicemias, abortos espontáneos, muerte letal o parto prematuro.
En segundo lugar tenemos los cuerpos extraños (14%) aparecidos en los distintos tipos de alimentos, sin destacar ningunos en especial. Es relevante, que en muchas de las alertas, ni la AESAN ni las empresas indican los cuerpos extraños aparecidos o motivo de la alerta, y solo en algunos casos se indican su origen metálico.
En tercer lugar aparecen las alertas por aparición de histamina (11%). La histamina se suele producir en pescados que tienen altas concentraciones de histidina (ej: atún), que es la sustancia a partir de la cual se forma la histamina. El problema de esta sustancia es que una vez que se genera en el alimento (provocada a veces por la mala manipulación en la bajada de temperatura del pescado), no se puede eliminar, por que aguanta procesos térmicos como la cocción, pasteurización y esterilización, y también resiste refrigeración y congelación. Los síntomas que provoca en humanos son similares a los de una reacción alérgica: picor/ardor en lengua y garganta, enrojecimiento e hinchazón de cara y cuello, sofoco, urticaria en cara, cabeza y cuello, dolor de cabeza y mareos, dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. Por lo general suelen ser cuadros leves y los síntomas desaparecen a las pocas horas del inicio de los mismos.
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