Al fomentar una cultura de paz en tu organización, creas un entorno que reduce los conflictos, aumenta la estabilidad y promueve la inclusión.
El 21 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Paz de las Naciones Unidas (ONU), reconociendo el esfuerzo de aquellos quienes han dado todo para terminar conflictos y promover la paz. El Día de la Paz ha marcado un progreso personal y mundial y desde 1981 se ha expandido a millones de personas en todo el mundo y muchos eventos se organizan cada año para conmemorar y celebrar este día, también siendo el día de alto el fuego tanto personal o político. Pero ahora la pregunta es:
¿Qué puedo hacer yo para aportar mi granito de arena, a la construcción de una cultura de paz?
Para poder dar respuesta a esta pregunta debemos primero analizar qué hacemos en nuestro día a día, con quien interactuamos, y en qué ambiente nos encontramos. Para lo cual debemos pensar donde estamos la mayoría de nuestro tiempo , de acuerdo a la OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development) en una semana, nos encontramos en promedio 38 horas en nuestros sitios de trabajo. Es decir 5 días a la semana; 20 días al mes, y 260 días al año. Lo que indica que el 70% de nuestro tiempo estamos en contacto con nuestros compañeros de oficina, nos movemos en un ambiente laboral. Por lo que, es aquí donde más deberíamos fomentar la cultura de paz.
Tener un sentimiento de paz en tu trabajo genera una sensación de tranquilidad y seguridad, ayudando al empleado a concentrarse en el trabajo y relacionarse positivamente con los demás. Establecer paz en el lugar de trabajo también ayuda a nuestra estabilidad personal. Ahora pensemos;
¿Cómo puedo fomentar y conseguir cultura de paz en mi lugar de trabajo?
Una manera de encontrar y alcanzar la paz en nuestro entorno laboral, es reconociendo la realidad presente y futura, es decir ser abierto al cambio. Y como en estos cambios, entra en
juego el rol que desempeñas en la organización, en lugar de quedarse atascado pensando en el pasado y en cómo se hacían las cosas. Por ejemplo, una persona que ha estado en la misma empresa durante 20 años desarrolla varias formas de controlar sus procesos y tomar decisiones. Si bien, este sistema era suficiente en el pasado, estas técnicas ya no son las más eficientes hoy en día, dada la evolución de los cambios tecnológicos.
En este ejemplo, no significa que el valor del trabajo de esta persona no sea válido, si no que su entorno ha cambiado. En este caso tendría dos opciones: anhelar el pasado o abrazar el futuro y los cambios que esto conlleva. Cuando todos en nuestra organización seamos conscientes que el futuro conlleva grandes cambios, podremos lograr que entiendan que cada rol está en evolución y se debe alinear con los cambios venideros. De esta forma, no se generará un sentimiento de inestabilidad e inseguridad promoviendo un ambiente de trabajo positivo y pacífico.
Como este ejemplo habría muchos, pero con lo que tenemos que quedarnos es que nuestro trabajo a final se divide en dos partes:
- Tenemos que ser conscientes que vivimos en una sociedad con cambios constantes, los cuales derivan en mejoras tecnológicas, por lo que, debemos estar abiertos a estos cambios y buscar la mejor forma de implementarlos para conseguir mejores resultados.
- Es necesario apoyar a nuestros compañeros de trabajo y ayudarles a montar en el tren del cambio, haciéndolos partícipes de los beneficios que esto conlleva.
Como conclusión, para fomentar una cultura de paz en nuestros trabajos es necesario, ser resiliente, paciente, empático y mantener un balance emocional que mejore tu rendimiento laboral.